sábado, 17 de octubre de 2009

i think i need a new heart.

siento como si volviéramos a varios años atrás cuando la mayor parte del tiempo tenias pena, llorabas muy seguido, fumabas en exceso, y yo iba en tercero o cuarto básico y me preguntaba las mismas cosas triviales que me pregunto ahora a los dieciséis. no sé como volvimos a eso, tampoco sé en que momento paso esto, pero me gustaría que se acabara luego, y si es posible ahora, en este minuto, en este segundo. pero lo que me tiene peor es que no sé si odiarte a ti o a tu estado de ánimo. me gustaría meterme en tu cabeza, cambiar unos cables y acomodar bien el hemisferio izquierdo y derecho y hacerte funcionar como siempre o como deberías ser, o poder decirte todo esto en la cara que pasen por tus oídos sin que te enojes y me digas desconsiderada, haciéndome la ley del hielo por cinco días.



1 comentario:

maderisticabro dijo...

es mejor odiar los estados de ánimo, porque son pasajeros, aunque de repente tardan un poco en irse, pero siempre se cansan y se van.