martes, 12 de junio de 2018

capítulo 1: cuanta pena puede sentir un ser humano (es inconmensurable cuando se trata de perros)


no fue tarea fácil desconectarte del ventilador artificial. me resistí, porque no puede ser la vida tan injusta contigo. pero tampoco era tarea fácil verte inerte y con los ojos cerrados, sabiendo que las probabilidades de traerte a la casa a mirar alguna serie en  netflix acostado en mi pieza, eran bajas o derechamente no existían.
ahondar en las circunstancias repentinas y azarosas que aparecieron en tu cuerpecito desde el sábado poco importa. el punto que quiero dejar claro es que fuiste el más enojón, mamón, desubicado e impertinente, que me regaló las mejores siestas. 

definitivamente tú si que sabias de amistad.

te voy a extrañar tanto, que no tengo ni la menor idea cómo voy a lidiar con eso.
me hiciste un humano menos miserable en los peores momentos.
te amo infinitamente.

lunes, 12 de febrero de 2018

quiero volver a estar en la patagonia, aunque sea un ratito corto


hoy día volví al trabajo, luego de un mes y medio en el que no hice mucho más que estar escondida en mi pieza. tengo un cerro de cosas que hacer, he puesto ocho alarmas para despertar y tengo una colección de tazas en mi escritorio.
el viernes me caí en bicicleta y me herí la rodilla derecha.
 hoy manché con sangre mi pantalón en el trabajo. 
estoy malherida, pero lo estoy desde mucho antes del viernes.

¿donde se fueron todos?
papá te extraño.