miércoles, 9 de noviembre de 2011

cuando siento que alguien entrara a mi pieza minimizo las ventanas porque me da vergüenza que sepan que escribo cosas adolescentes.

siento unas ganas muy fuertes de querer irme, no sé donde ni cuando ni con quién. quiero desprenderme de la desesperanza, respirar un poco. ya no me creo cuando me veo en el espejo y siempre me pierdo cuando salgo de mi perímetro permitido por mi vergüenza. a veces pienso que de mi cuerpo se va descascarando memoria y cansancio, sobretodo cansancio. no es fácil cargar con las convicciones por el suelo, las zapatillas desamarradas y un calcetín mojado por no ver las pozas que quedan después de regar en las mañanas. en las salas cada vez somos menos, y no encuentro otra explicación más, que pensar que hay gente igual que yo, pero más valiente que se atreve a dejar las cosas que no les llenan e irse por esa puerta de vidrio pesada, con un sticker diciendo empuje y sacar un cigarro del bolsillo. yo no me atrevo, en el fondo siempre he sido cobarde, la conciencia me ha cagado siempre la existencia y lo seguirá haciendo. hoy día me quede después de clases a terminar unas guías, pero de pronto me veo rodeada de compañeros que no son mis amigos, pero me saludan amablemente. todos estábamos sentados en la misma mesa, estudiando distintas cosas. de pronto un niño con audífonos naranjos me pregunta porque tengo de nombre monstruo en el ciberespacio, en ese momento sentí mis mejillas rojas y ganas de vomitar tantas weas que pienso, pero me limité a responder con un no sé y preguntarle cómo sabía que era yo. luego de eso seguí con mi guía.

2 comentarios:

Camila. dijo...

Siento lo mismo en este momento, eso de querer irse(aveces me agotan las personas).Me gustó tu blog. Saludos :')

Una occidental dijo...

Creo que el año que viene estaré igual en el preu, yo también tenia apellido monstruo en el ciberespacio xD.
Aveces el mejor compañero es una misma.