miércoles, 17 de junio de 2015

mi torpeza y fealdad espanta (y es que quizás hablo pura mierda también).

el lunes decidí salir al mundo, meterme a la ducha e ir a beber con un viejo conocido. me encontraba en una plaza flaite con inmigrantes peleadores, tomando unas pilsen sin ser vista por los pacos. después llegó el momento en que la cerveza se acaba pero uno empieza a hablar weas tontas y sirve para matar el tiempo. entonces, luego aparece el vino, y luego unos besos fugaces, las mejillas coloradas y risas con vergüenza. por mi parte el viejo conocido no me gusta, no lo veía hace mucho tiempo y yo solo quería beber porque, a mi parecer, llevaba muchas semanas en la sobriedad y nadie me había invitado a pilsear hasta ese momento. la cuestión es que no me ha vuelto a hablar el viejo conocido, y no es que tenga la obligación de hacerlo, pero me da lata comprobar una vez más que no tengo ningún brillo y que siempre espanto por motivos que desconozco.
los niños nunca me invitan a salir ni me besan, y si eso pasa es porque siempre está el alcohol ocupando un gran espacio entre nosotros. si las cosas han de seguir así, entonces no quiero que nadie me bese nunca más entonces.

https://www.youtube.com/watch?v=UReXSSe1abE

No hay comentarios: