tengo tantas cosas que hacer, que ni sé por donde empezar. cada vez que sucede eso, termino metiéndome en la cama, con la esperanza que el colchón me tragará y me llevará a otra dimensión. me encuentro invadida por textos, fotocopias, impresiones, pdf y muchas hojas en el suelo de mi pieza, mezcladas con basura de dulces y zapatillas. necesito renunciar a esta vida, porque estoy frágil como las cosas rotas.
por cierto, ¿por qué hace tanto tiempo nadie me abraza?
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