trato de no desvelarme por las noches, pensando y recordando; cuando solíamos caminar cabizbajos, tristes, solitarios, lentos, pero entrelazando nuestras manos, sintiéndonos más torpes, frágiles e inútiles que nunca, pero juntos, fuertes -atrás esa canción- el ruido eterno del pavimento y el cielo despejado, para nosotros. unirnos a pesar de la distancia, para seguir queriéndote. y aquí me tienes de nuevo, entre tanto andar, frustrada, sola, pero sí, podría ser peor y he ahí el consuelo de tantas tardes rápidas, ingenuas e inocentes. pero yo te quiero ver, quiero sentirte -abrazarte- aquí conmigo. podría seguir contando todas las palabras equivocadas que ésta boca ha pronunciado, junto a todos los mareos que neutralizan el no poder buscarte. aún así, te extraño, sin más conocerte, por todo lo que nunca nos creyeron y todo lo que sigo guardando bajo los pies pequeños que controlan este cuerpo, tosco y sin vida que cargo.
jueves, 7 de abril de 2011
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1 comentario:
el cuerpo es sólo una molestia.
no debería existir.
nada debería existir.
soy la nada y no existo.
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