siempre subo más para así caer.

estas cansada, quieres dormir pero te aguantas, te da miedo irte hacia los lados y apoyar la cabeza en un desconocido. el viaje es largo y quedan hartas estaciones para llegar. intentas con todas tus fuerzas mantener los ojos abiertos, que los parpados no caigan, pero no lo logras y te duermes. una mano suave acaricia mi mejilla y afirma mi cabeza, mi frente arde y mis labios están muy partidos. luego me despierta y me dice llegamos, dormiste todo el viaje. tomamos un taxi, abro la puerta velozmente, subo corriendo y tiro mis zapatillas. no sé que tendré ahora, pero me enferme. tampoco sé por qué tengo pena todo el día, lo único bueno es que salí con mi mamá y me llevo a comer helado y me cuido mientras dormía, porque sabia que venia mal. vimos tantos zapatos, tanta ropa, tanta mujer indie alternativa, tanta gente en bicicleta proclamando autonomía, escolares bulliciosas, moda, adultos oficinistas y ascensores llenas.