sábado, 4 de mayo de 2013

siempre fuiste mi mejor amiga (1997-2013)


hace unos días cumplí veinte y hace unos días me gané una pasantía a buenos aires. pero ayer murió mi perra. cuando llegué a mi casa el veterinario se había ido hace quince minutos y la niña estaba tapada, tranquila, durmiendo como si todavía respirara. me hubiese gustado que supiera que caminé lo más rápido que pude para alcanzar a despedirme, pero las circunstancias como siempre me cagaron, llegando atrasada por poco, pero atrasada al fin y al cabo. al entierro no me quedé y me fui a fumar unos pitos, porque nunca me intereso nada de lo que pasará después de la muerte de la niña. a mi siempre me importo mi perra viva. por eso me duele tanto no haberle hecho cariño detrás de la oreja antes de la inyección. ahora miro desde la ventana de mi pieza y se nota un montón de tierra puesta encima con una flor reculia arriba. definitivamente lo que esta allá abajo no es mi perra.