i'm a bear.

no quiero crecer, tampoco volver a ser niña ni esas mierdas recurrentes. me conformaría con quedarme por siempre en los dieciocho o en un rango de edad donde sea permitido curarse, levantarse tarde, no mantener una casa, gastar plata en yerba o zapatillas, inventar excusas para escaparse donde el pololo y que la mayor preocupación del mes sea comprar una entrada cara para cualquier grupo que suene demasiado en el mp4. una de las máximas demostraciones que me voy volviendo adulta es tener mañana una entrevista de trabajo que no se de que es y haber perdido el don de escribir (si es que lo tuve).

hoy día ordene mi pieza y encontre mi croquera vieja con escritos muy depresivos pero mejores que lo que he escrito en los últimos dos años.

debo comenzar a asumir que necesito más amor de lo normal.

tengo miedo. tanto miedo que las manos se me ponen heladas y el estómago se aprieta. tengo miedo que el avión se caiga, que haya otro terremoto, que todo se vaya a la chucha, de sufrir de nuevo, de estar muerta y no darme cuenta, de cagarla, de no poder, de aburrir todo lo que me rodea, de caminar sola, de estar enferma, de los doctores, de la vida, de las cosas filudas, de echar a perder mi bicicleta. me siento con ganas de salir corriendo, chocar con una panza grande y yo ser tan pequeña que me pierda y me acaricien el pelo, diciéndome que todo va a estar bien aunque sea mentira. a ratos, desearía encajar por solo unos segundos, no quedarme afuera parada, quieta, mirando como todos van y vienen, aceptando tan resignados las situaciones y circunstancias. yo quiero ser una más, parar con la incomprensión culia que siento tan dentro dentro dentro del corazón que a veces me atraviesa.

en realidad tengo miedo de tocar fondo de nuevo.